Un videograbador es una parte integral de la mayoría de los sistemas de vigilancia y es necesario para grabar y almacenar imágenes de las cámaras de seguridad. Su peculiaridad es que cada modelo tiene un conjunto determinado de características que no se pueden cambiar, por lo que la elección debe hacerse con mucho cuidado.
Al decidir comprar un grabador de vigilancia, en primer lugar, se evalúan sus parámetros y funcionalidades. Estamos hablando de la cantidad de cámaras conectadas, las opciones de grabación admitidas, las opciones de reproducción, el ancho de banda del grabador, la reproducción de audio y otras funciones que pueden ser necesarias para la vigilancia. Pero eso no es todo, en este artículo veremos más profundo a qué debes prestar atención a la hora de elegir un grabador de videovigilancia.
Tipos de grabadores de videovigilancia
Los grabadores se dividen en híbridos y de red, el tipo depende del formato de datos. Los grabadores híbridos admiten formatos de señal de video CVBS, AHD, CVI, TVI e IP, pero los grabadores de red solo funcionan con cámaras IP.
Los grabadores de red (también son grabadores de IP) se refieren a equipos digitales. Otro nombre para este tipo de grabadores es NVR (Network Video Recorder). Una señal lista para trabajar llega a dichos grabadores desde las cámaras IP. Por lo tanto, a diferencia del funcionamiento de un grabador híbrido, un grabador de red no necesita procesar la señal entrante.
Dado que es imposible cambiar las características de un grabador de IP fabricado, el usuario debe elegir los parámetros más adecuados para él al planificar la compra e instalación de un sistema de vigilancia. Estamos hablando de los siguientes matices:
- número de cámaras;
- opciones de grabación y reproducción admitidas;
- ancho de banda del grabador;
- reproducción de audio;
Muchos fabricantes ofrecen videograbadores con análisis integrado, como reconocimiento facial, reconocimiento de matrículas, detección de cruce de línea o detección/pérdida de objetos. Dicho análisis funciona en conjunto con ciertos modelos de cámara, por lo tanto, si dicha funcionalidad es importante, también es necesario prestar atención a la compatibilidad de la cámara y el videograbador al elegir.
Criterios para elegir un videograbador IP
A la hora de elegir un videograbador IP, es importante partir de sus características técnicas. Para tal técnica, los siguientes parámetros son de importancia clave:
- estándar de compresión de vídeo;
- velocidad de grabación;
- soporte para resolución de cámaras IP;
- la cantidad de discos duros que se pueden conectar;
- modos de grabación disponibles;
- cantidad de canales de reproducción;
- la capacidad de grabar audio;
Los videograbadores IP modernos del mercado admiten todos los principales modos de compresión de imágenes, los más comunes son H.264/H.264+/H.265/H.265+. Cabe destacar el formato de compresión de Hikvision, H.265+, que reduce el ancho de banda y el tamaño de los archivos de vigilancia más de un 80% con respecto al H.264.
La velocidad de grabación depende de la resolución: cuanto mayor sea, menor será la velocidad. Con él, el precio de un grabador de red es mucho más alto. Debes comprender que este modo no es requerido por todos los sistemas de videovigilancia; solo es necesario cuando observa objetos que se mueven a una velocidad considerable. Para el funcionamiento normal de un sistema convencional que se permite controlar al personal en el lugar de trabajo, 12-15 fotogramas por segundo son suficientes.
Hay grabadores disponibles que pueden funcionar en dos flujos, pero esto no significa que toda la información guarda al disco duro. El primer flujo (“principal”) es de alta calidad y está escrito en el disco, y el segundo (“sub”), de menor calidad, te permite ver videos a través de la red. Los sistemas de vigilancia de alta calidad son capaces de registrar lo que sucede en las instalaciones las 24 horas del día, por lo que el espacio en el disco duro y la posibilidad de utilizar dispositivos adicionales juegan un papel decisivo para ellos. Estos últimos afectan el tamaño del archivo.
Función PoE en grabadores de IP
PoE es una tecnología utilizada para transmitir datos a través de un par trenzado. Paralelamente, la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento del dispositivo de grabación de video es suministrada por el cable. La presencia del marcado PoE en el dispositivo indica que si los flujos de información y energía pasan por un puerto, el equipo es capaz de reconocerlos.
Esta tecnología se puede utilizar en líneas de cable de vigilancia creadas previamente, lo cual es cierto para los sistemas de vigilancia basados en cable de par trenzado. Se permite el uso de diferentes cables, el sistema puede incluir paneles de conexión rj45, enchufes, equipos de red activos. Si se utiliza PoE para proporcionar energía a través del par trenzado, también se requerirán inyectores, conmutadores o divisores. En este caso, el límite de potencia del equipo suele ser de 15 o 30 vatios. Sin embargo, la tecnología moderna admite transmisiones de hasta 60 y 90 vatios.
Grabadores híbridos de videovigilancia
La evolución de los grabadores analógicos (DVR) es precisamente el videograbador híbrido. Versatilidad aparece en formatos de señal CVBS, AHD, TVI, CVI, IP, se dispone una salida de red y una aplicación móvil, gracias a la cual es posible controlar de forma remota, como con los grabadores de red. Pueden trabajar tanto con cámaras IP como analógicas. Por lo general, dicho equipo se elige cuando ya se están utilizando cámaras analógicas con cable coaxial, pero hay planes para expandir el sistema de vigilancia con cámaras IP.
Resumen
No existe una respuesta única a la pregunta de qué modelo de grabador para cámaras de vigilancia elegir, porque, como verás, la elección depende de muchas características. Lo que importa es determinar las necesidades de seguridad específicas y mirar a la arquitectura de cableado, existente o nueva. Por último, pero no menos importante, está el aspecto económico.
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